Propósito de Año Nuevo

En la noche final de Chanukkah, yo invité a mis amigas a mi casa para una cena y un intercambio de regalas y juegos. Pero, antes de que ellas puedan venir, tenía que limpiar mi cuarto. Usualmente, no puede ver mi piso porque está cubierto de ropa, papeles, libros, bolígrafos y mucho más. También, usualmente, mi escritorio está muy desorganizado (tan desorganizado que mi papá me amenczió a tomar mi portátil y mi cámara porque estaban debajo de todo mi desorden). Por eso, yo pasaba todo el día guardando mis cosas, pasando la aspiradora, haciendo mi cama y doblando mi ropa. Cuando terminé, estaba muy consada, pero muy feliz. A veces, no recuerdo como es tener un cuarto limpio. También, mi mamá no tiene que fastidarme de limpiar y mi papá no tiene que casi romper su pierna cuando quiere entrar en mi cuarto. Por eso, decidí a hacerlo mi propósito de Año Nuevo. Solo una semana pasó, pero hasta ahora, me pego a mi propósito. Aunque la ropa empezó a acumular en mi cama y en cestas de ropa, puede ver mi piso y pienso que eso es un éxito. Deseo que yo pueda seguir con mi plan de ser organizada, pero si tengo que advinanzar, yo me doy un mes antes de que yo recurra a mis costumbres viejos.